29.5.13

Herta Müller. La bestia del corazón...

Cuando callamos, nos tornamos desagradables, dijo Edgar. Cuando hablamos, nos tornamos ridículos.
Llevabamos demasiado rato en el suelo, delante de las fotos. Se me habían dormido las piernas de estar sentada.
Con las palabras en la boca aplastamos tantas cosas como con los pies sobre la hierba. Pero también con el silencio.
Principio de "La bestia del corazón"
  

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