27.6.13

Carmen Martín Gaite. Irse de casa

Durante la tercera semana de agosto, descargaron sobre Manhattan varias tormentas que, al cesar de golpe, volvían más imprevisto el sesgo de una tarde ya de por sí discutible. Solía ocurrir siempre a la misma hora, poco antes de ponerse el sol. Había unos instantes de silencio, mientras los transeúntes cerraban los paraguas, y algunos con gesto incrédulo se atrevían a mirar hacia arriba.
 
Principio de "Irse de casa"

No hay comentarios: