16.11.13

Anna de Noailles. XLV

Habría podido no conocer nunca
la dura exigencia de ya no ser.
Mas puesto que te callas para siempre,
puesto que tienes los ojos deshechos,
contemplo con un corazón radiante
Esa nada que me aterrorizaba.
-¡Puesto que todo mi miedo a morir
era la angustía de decirte adiós!
  
De "Las pasiones y las tumbas"

No hay comentarios: