la dura exigencia de ya no ser.
Mas puesto que te callas para siempre,
puesto que tienes los ojos deshechos,
contemplo con un corazón radiante
Esa nada que me aterrorizaba.
-¡Puesto que todo mi miedo a morir
era la angustía de decirte adiós!
De "Las pasiones y las tumbas"
No hay comentarios:
Publicar un comentario