12.12.13

Simone de Beauvoir. Malentendido en Moscú

Alzó la vista del libro. Qué aburrimiento, todas esas cantinelas sobre la no-comunicación! Si uno se empeña en comunicar, lo consigue mal que bien. No con todo el mundo, de acuerdo, pero con dos o tres personas. Sentado en el asiento de al lado, André leía un ejemplar de la Série Noire. Ella le ocultaba algunos estados de ánimo, pesares o desvelos sin importancia; sin duda, él también debía de tener sus pequeños secretos, pero a grandes rasgos, no ignoraban nada el uno del otro.
Principio de "Malentendido en Moscú"

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