13.12.13

Serafina Núñez. Pequeña elegía a mis arrugas

Yo miro mis arrugas y sonrío,
ellas son mi evidencia,
el testimonio,
el papiro más fiel testificando
suavemente,
como a huésped largamente esperado.
Huéspedes del vivir son ellas
con todo secreto y parsimonia,
me regresan -magdalenas fantásticas-
infancia, juventud, el paisaje del sueño,
la música de la palabra amor, poesía, muerte,
mis amados ausentes girando en la noche;
alguna vez establecen porfía
con mi piel y mis ojos, con mis viejos cansancios,
hasta imponer su secreto (nostalgia en sangre y alma).
Yo miro mis arrugas y sonrío,
ellas son la evidencia, el testimonio,
el papiro más fiel testificando: he vivido.

De "El herido diamante"

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