27.3.14

Maria van Rysselberghe. Para un ruiseñor


Sueño de los demás, liberación precaria que provoca una audacia temerosa que camina de puntillas. Desde el borde de mi espaciosa cama, en la que duerme la confianza, me deslizo con una tensa precaución hasta la ventana abierta bañada de luna cuya indiscreta claridad se derrama sobre mi hombro y me sosiega. Pero cómo podría mantener tumbada entre sombras, el esplendor de mi corazón, que quiere despertar?


Principio de "Para un ruiseñor"

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