La gente de Haverford sigue hablando de Lucy Gayheart. A decir verdad, tampoco es que se hable mucho de ella, porque la vida sigue y nosotros vivimos en el presente. Pero, cuando alguien la nombra, lo hace con un brillo dulce en el rostro o en la voz, con una mirada confidencial que dice: "Sí, tú también lo recuerdas?". La recuerdan como una muchacha delgada y siempre en movimiento: bailando, patinando o andando a paso ligero, con enérgica deliberación, como un pájaro que vuelve a casa.
Principio de "Lucy Gayheart"
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