7.7.14

Winett de Rokha. Rueda de fuego sin lagrimas

Era el tiempo inmóvil de la flor del Jacinto;
(cuando yo era como las manzanas).

Y tú viniste, como todas las cosas,
que se encienden en el universo:
las tempestades, las sombras de la vida.

Y sin embargo...
venía tan nueva la composición de caminos de bronce
que andabas edificando.

Mirándote te conocí, amándote, oh! amándote
encontré el evangelio
de mi alma, ya cansada antes de ser.

Y sigo inquiriendo, y sigo esperando
arrancar de tu espíritu la razón de mi angustia;
sabiendo que me has dado todo lo que trajiste de la muerte,
sabiendo que defines mis pupilas de carbón piedra,
sabiendo "que moriré llamándote"...

De "Fotografía en oscuro"

No hay comentarios: