22.8.14

Anna Ajmátova. El amor

Ya deja tal sierpe ovillada
su hechizo en el corazón tuyo,
ya tal paloma toda la jornada
en la blanca ventana su arrullo.

Ya en la escarcha brillante reluce,
viene con el perfume de alhelíes...
Perro fiel y misterioso te conduce
lejos de la alegría y de los síes.

Qué dulcemente sabe sollozar
en plegaria de violín entristecida,
y qué horrible se le puede adivinar
en la sonrisa todavía desconocida.

1911

De "La tarde"

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