2.9.14

Nadine Gordimer. El conservador


Huevos pálidos y moteados.
Mientras oscila sobre las rodadas en dirección al tercer pastizal, el domingo por la mañana, el dueño de la finca ve de pronto un montón de huevos, pálidos y moteados, dispuestos ante un semicírculo de niños. Algunos de ellos están en cuclillas, pero el que se encuentra inmediatamente detrás de los huevos tiene las piernas cruzadas, como un vendedor en el mercado. La sonrisa que se levanta con timidez hacia la mirada del granjero es orgullosa. Los huevos están ordenados como canicas, los otros niños forman un racimo a su alrededor, pero se ve que no pueden tocarlos sin permiso del de las piernas cruzadas. Las plantas descalzas y los traseros de los niños han aplanado un nido sobre la hierba, larga y seca, un nido para huevos y niños.


Principio de "El conservador"

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