21.11.14

Erica Jong. Carta a mis yoes

Pueden herirte,
porque deseas demasiado;
porque en tu cara está escrito:
ámame, aliméntame;
porque en tus dientes está escrito:
el azúcar viene a nosotros;

porque tu lengua dice:
clávate en mí.


Pueden herirte,
porque te preocupas demasiado,
porque tus costillas sobresalen como postigos
y tu corazón
resplandece como una luz nocturna.

Pueden herirte
porque necesitas demasiado,
porque tu piel se resuelve en corrientes
y tus venas
vibran como cuerdas de guitarra.
Pueden herirte de esa manera.

Hiciste de tu cabeza
un ventoso túnel para la muerte.
Hiciste de tu útero
el confesionario del mundo.
Hiciste de tu corazón
un trozo de arcilla ardiente.

Tú, yo...
pueden herirnos de esta manera.




De "Raíz de amor"