10.11.14

Renée Vivien. A la bienamada

Eres tú mi palacio, mis noches y mi otoño,
y mi velo de seda y mi jardín de lises,
mi pebetero de oro y mi columna blanca,
mi jardín y mi estanque de juncos y de lirios.

Eres tú mis perfumes de ámbar y de miel,
mi palmera, mi fronda, mis cantos de cigarras,
mi nieve que se muere de plácida y altiva,
eres mis algas y eres mi paisaje del mar.

Y mi campana tú de sollozo monótono,
eres mi fresca isla, mi acogedor oasis.
Eres tú mi palacio, mis noches y mi otoño,
y mi velo de seda y mi jardín de lises.

De "A la hora de unir las manos"

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