29.3.15

Anne Sexton. Advertencia para una persona especial

Ten cuidado con el poder,
porque su avalancha puede enterrarte,
nieve, nieve, nieve, ahogando tu montaña.

Ten cuidado con el odio,
puede abrir su boca y echarte fuera
para comerse tu pierna, leproso instantáneo.

Ten cuidado con tus amigos,
porque cuando los traiciones,
como lo harás,
enterrarán sus cabezas en el váter
y tirarán de la cisterna.

Ten cuidado con tu intelecto,
porque sabe muy bien que no sabe nada
y te deja colgando del revés
vocalizando el conocimiento mientras que tu corazón
se sale por tu boca.

Ten cuidado con los juegos, la parte del actor,
el discurso planeado, sabido, dado,
porque te traicionarán
y te quedarás como un bebé desnudo,
meándote en tu propia camita.

Ten cuidado con el amor
(a no ser que sea verdadero,
y cada parte de ti diga sí incluyendo los dedos de los pies),
porque te envolverá como una manta,
y tu grito no será oído
y ninguno de tus movimientos funcionará.

Amor? Sea hombre. Sea mujer.
Debe ser una ola por la que quieres deslizarte,
darle tu cuerpo, darle tu risa,
dar, cuando la áspera arena te coja,
tus lágrimas en la tierra. Amar a alguien es
como una oración y no puede ser planeado, simplemente caes
en sus brazos porque tus creencias desarman tu incredulidad.

Persona especial,
si yo fuera tú, no prestaría atención
a las advertencias venidas de mí,
hechas en cierto modo de tus palabras
y en cierto modo de las mías.
Una colaboración.
No me creo una palabra de lo que he dicho,
excepto alguna, excepto que creo que eres como un árbol joven
con hojas pegadas y sé que te enraizarás
y la cosa verde real vendrá.

Deja que sea. Deja que sea.
Oh persona especial,
hojas posibles,
a esta máquina de escribir le gustas en el camino hacia ellas,
pero quiere romper vasos de cristal
en celebración
por ti,
cuando la oscura corteza se tira
y flotas alrededor
como un globo repentino.


[24 de marzo de 1974]




De "Últimos poemas"

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