continúa haciendo preguntas.
Y entonces se detiene e intenta responderlas,
todas en el mismo tono de voz.
Nadie podría explicar la diferencia.
Nada inocentes, estas conversaciones comienzan
y después comprometen los sentidos,
sólo a medias.
Y después no hay elección,
y después no tiene sentido.
Hasta que un nombre
y todas sus connotaciones son lo mismo.
De "Una fría primavera"
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