3.4.15

Linda Pastan. Voces

Juana oyó voces,
y por ello ardió.
Mientras conduzco en la oscuridad
escribo poemas.
Anoche pensando
en cómo espaciar los versos
me pasé una señal de stop.
Cuando me justifiqué
el policía asintió,
y me puso
una multa.
Un entendido me dijo
que los escritores tienen un plazo de quince años:
luego llega la repetición,
incluso la locura.
Como Midas, supongo que
todo lo que tocamos se convierte
en un poema-
cuando el hechizo existe.
Pero piensa en el poeta después de ese plazo
tocando los árboles que
siempre ha tocado,
pero esta vez no ocurre nada.
Imagínatelo yendo de un tronco
a otro, magullándose
las manos con la áspera corteza.
Sólo quedan cinco años.
A veces entierro
mis poemas en el jardín,
reservándolos
para los fríos días venideros.
De todos modos
te quemas por ello.




En la antología "Siete poetas norteamericanas actuales"

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