con un hierbajo que parece la respiración de un niño.
Las pongo en ese cuenco para mostrarle
a mi marido que estoy aquí. Que me preocupo.
Son constantes en su sueño.
Las margaritas en agua son las flores
mas duraderas que puedes darle a alguien.
Hecho.
Compra margaritas.
Rosas no.
Margaritas sí.
Compralas para todo el mundo, enfermo o sano.
Compralas para la gente sana especialmente.
Llama a tu niña Margarita
o llama a tu heroína Margarita
y mira su corazón solar con sus impulsos internos
y sus pétalos de tiza pegados, tiesos
como los pulgares de una muñeca.
Pero déjala inclinar su cabeza tristemente
ahora y luego porque alguna vez en su palma
se leerá Él no me quiere.
Pero no siempre.
14 de junio de 1964
De "Palabras para el Dr. Y."
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