7.9.15

Louise Glück. Párodos

Hace mucho tiempo, fui herida.
Aprendí
a existir, como reacción,
desconectada
del mundo: te diré
qué quería yo ser:
un artilugio capaz de escuchar.
Inerte no: inmóvil.
Un trozo de madera. Una piedra.

Por qué cansarme arguyendo, discutiendo?
Toda esa gente que respira en otras camas
difícilmente comprendería: son
incontrolables
como un sueño.
Por entre las rendijas yo miraba
la luna en el cielo nocturno
hincharse, encogerse.

Nací con una vocación:
dar testimonio
de los grandes misterios.
Ahora que he visto tanto
el nacimiento como la muerte, sé
que de la oscura naturaleza son
sólo pruebas,
no misterios.




De "Ararat"

No hay comentarios: