26.10.15

Esther Tusquets. Pequeños delitos abominables


Pequeños y abominables?

El título de este libro contiene una aparente contradicción (adoro lo contradictorio), pues si un delito es «pequeño», cómo puede aplicársele un adjetivo tan duro como «abominable»? Tienen que tratarse, sin duda, de delitos o infamias que no revisten gravedad y que en su mayor parte no son siquiera penados por la ley, o que lo son, como mucho, con una multa, y que, sin embargo, nos provocan un profundo desagrado. Ese punto de partida supone que el presente catálogo tiene que ser personal, pues aquello que a un individuo le resulta abominable a otros puede no molestarles en absoluto.


Principio de "Pequeños delitos abominables"

No hay comentarios: