28.1.16

Erica Jong. Querida Colette

Querida Colette,
quiero escribirte
acerca del hecho de ser mujer,
porque es lo que tú
me escribes.

Quiero contarte cómo tu cara,
resistiendo los treinta, los cuarenta, los cincuenta...
cuelga sobre mi escritorio
como mi musa propia.

Quiero contarte cómo tus manos
surgen de tus libros
y atrapan mi corazón.

Quiero contarte cómo tu cabello
electriza mis pensamientos
como mi halo propio.

Quiero contarte cómo tus ojos
penetran mi miedo
y lo disuelven.

Quiero contarte
sencillamente que te amo...
aunque tú estás «muerta»
y yo, todavía «viva».

***

Suicidas y solteronas...
las que son como nosotras!
Hasta la decorosa Jane Austen
que nunca se casó,
y Safo saltando
y Sylvia en el horno
y Anna Wickham, Tsvietaieva, Sara Teasdale,
y la pálida Virginia flotando como Ofelia,
y Emily sola, sola, sola...

Pero tú resistes y te casas,
sigues escribiendo,
pierdes un marido, ganas un marido,
sigues escribiendo,
hay canto y zapateo,
y tú sigues escribiendo,
tienes un niño y todavía
sigues escribiendo,
amas a una mujer, amas a un hombre
y sigues escribiendo.
Resistes tu escritura
y tu vida.

***

Querida Colette,
sólo quiero darte las gracias:

por tus ojos rodeados
de pintura muy azul, como magulladuras,
por tu cabello resumiendo chispas
como fuego de leña,
por tus manos que nunca se dejan ir
voluntariamente,
por tus años, tu hijo, tus amantes,
todos tus libros...

Querida Colette,
me aferras
a esta vida.



De "Raíz de amor"

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