Vuelan escritos como el rayo,
cálidos de suavidad y afligidos
entre dos amores crucificados
van mi instante, mi hora, mi día, mi año, mi siglo.
Oigo en el mundo tempestades,
brillan las lanzas de las amazonas...
y yo -la pluma a galope! la sangre
de mi corazón bebieron dos rosas.
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