13.2.16

Forugh Farrojzad. La conquista del jardín

Aquel cuervo que voló
sobre nuestras cabezas
y se perdió en el turbio pensamiento
de una nube errante
y cuya voz cruzó el ancho horizonte
como una breve lanza
llevará noticias nuestras a la ciudad

Todos saben
todos saben
que tú y yo desde aquella fría abertura
vimos el jardín
y de aquella rama juguetona e inalcanzable
cogimos una manzana

Todos temen
todos temen, pero tú y yo
nos unimos a la linterna y al agua y al espejo
y no tuvimos miedo

No se trata de una frágil unión de dos nombres
ni de enlazarse en las viejas hojas de un libro
se trata de mi feliz cabello
con las quemadas amapolas de tu beso
y la verdad de nuestros cuerpos en la impostura
y el brillo de nuestra desnudez
como escamas de peces en el agua
se trata de la plateada vida de una canción
que canta de madrugada la pequeña fuente

En aquel verde y fluido bosque
una noche de liebres
y en aquel turbio e indiferente mar
de otras llenas de perlas
y en aquella extraña y triunfante montaña
de las jóvenes águilas preguntamos
qué teníamos que hacer

Todos saben
todos saben
que nosotros alcanzamos el frío y mudo sueño
del Simurg
nosotros hallamos la verdad en el jardín
en la tímida mirada de una flor desconocida
y la permanencia en un instante sin límite
cuando dos soles se miraron fijamente
No se trata de un asustado murmullo en la oscuridad
se trata del día y de ventanas abiertas
y de aire fresco
y un horno donde las cosas inútilmente arden
y una tierra fecundada por una nueva siembra
y el nacimiento y la evolución y el orgullo
se trata de nuestras enamoradas manos
que han formado un puente sobre las noches
gracias al mensaje del perfume y de la luz y de la brisa

Ven al prado
al gran prado
y llámame desde detrás del aliento de la flor de seda
como lo hace la gacela a su pareja

Las cortinas están llenas de un oculto sofoco
y las inocentes palomas
desde lo alto de su blanca torre
miran la tierra




De "Nuevo nacimiento"

No hay comentarios: