Odio a los criticones que me dicen
que a mi mano le va más una aguja
y que agravio la pluma del poeta:
así honran el talento femenino.
Si son buenos ejemplos no les sirven:
o lo he robado o fue casualidad.
En "Poe y otros cuervos. Primeros poetas norteamericanos"
No hay comentarios:
Publicar un comentario