medio-cerebro, luminosidad-
negro, enmascarado de blanco,
tus oscuras
amputaciones se arrastran y sobrecogen-
enmarañadas, amenazadoras.
Qué guante
qué aspereza
me ha protegido
de esa sombra-
los indelebles brotes,
los nudillos en la espalda, los
rostros que
se abren paso a la vida, arrastrando
la cercenada
membrana ensangrentada de ausencias.
Toda la noche construyo como un carpintero
un espacio para el objeto que se me da,
un amor
de dos ojos húmedos y un grito.
La saliva blanca
de la indiferencia!
Los frutos oscuros giran y caen.
El espejo se resquebraja,
la imagen
huye y se despedaza como el mercurio derramado.
De "Árboles en invierno"
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