15.6.16

Amy Clampitt. Niebla

Una vaguedad encubre todo,
como comprobando color y contorno
por igual innecesarios: el faro
extinguido, las puntas de los abetos isleños
bebidas como leche la
emulsión universal; casas
revirtiéndose en perdidas
y olvidadas; granito
subsumido, un rumor
en un murmullo de océano.
                          Lo táctil
de la definición, sin embargo, no
ha sido desterrado: colgando
borla a borla, espigas de
flechillas y abrojos de cebada,
pasto alambre, peludas colas de zorro,
y rosa mosqueta del verano pasado
se visten de campanillas
calladas del cristal marino más
fino y claro.
              La opacidad
abre cuartos, una vitrina
para la corola incolora
(como la hubiera visto
Georgia O'Keeffe)
de las bocinas; el cabeceo
de las campánulas de las boyas;
la filigrana cronométrica y lineal
de la letanía de aves.




En "De la nieve, los pájaros"

No hay comentarios: