Sus pequeños trinos y gorjeos eran lo mejor.
En su garganta no nació música como
la del ruiseñor; pero él también puso su pecho
sobre una espina.
II. La dama perfecta
Odiaba todas las cosas lóbregas e invernales.
Todo lo que era cálido y rápido, lo amaba demasiado:
una luz, una llama, un corazón contra el suyo.
Hace un frío glacial por siempre en el infierno.
III. Un hombre muy rico
Siempre quería lo mejor y nada era lo bastante bueno;
no había barrera que detuviera sus condiciones.
Yace aquí, correcto en madera de ciprés,
y divierte a los gusanos más exclusivos.
IV. La pescadora
El hombre que ella tuvo fue bondadoso y decente,
suficientemente bueno para diario.
Pero, oh, queridos amigos, teníais que haber visto
el que se le escapó!
V. El cruzado
Llegó al cielo cuando su arena se había consumido,
cogió una pluma de ave y se sentó para decir
a la prensa local que habría que hacer algo
con Gabriel, ese ruidoso incordio.
VI. La actriz
Su nombre aparece cincelado claramente en la cruz de mármol,
brilla, como brilló cuando ella aun vivía:
mientras compasivamente en benigno y agradable musgo
oscurece las cifras de su fecha de nacimiento.
En "Lengua de madera
(antología de poesía breve en inglés)"
No hay comentarios:
Publicar un comentario