En Shanghai, para «ahorrar con luz natural», como se suele decir, todos los relojes se adelantaron una hora, salvo en la mansión de los Bai.
-Nuestros relojes son antiguos -decían.
Sus diez eran las once de todos los demás. Su canto, desacompasado, no seguía el tempo del huqin* de la vida.
Principio de "Un amor que destruye ciudades"
*Un huqin es un violín de dos cuerdas muy habitual en la música tradicional china, particularmente en las óperas.
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