14.11.16

Ingeborg Bachmann. De un país, de un río, de los lagos

VIII

(No inventé yo estos lagos y este río!
Y alguien más conoce la montaña?
Alguien cruza un país con pasos de gigante,
alguien confía en el enano bueno?

El punto cardinal? Y los trópicos?
Aún preguntas? Coge tu tiro más fogoso,
recorre la esfera terráquea, rueda con las lágrimas 
por el mundo! Nunca llegarás allí.

Qué nos llama que se nos erizan así los pelos?
Belladonas se mecen sobre la cálida oreja.
Las venas alborotan, repletas de silencio.
El toque de difuntos se columpia encima del portal.

Qué nos importan las bucólicas ventanas ciegas,
los cordones, la roña, el retiro rural?
Boca y ojos pretenden lo inmutable.
Nos toca en suerte la figura duradera.

Qué son para nosotros caballos, nubes pardas,
lobos de viento, fuegos fatuos, bravo sonar de cuernos!
Habíamos ascendido con otros fines,
y otras barreras nos harán caer.

Qué nos importa la luna y las estrellas
si nuestras frentes se oscurecen y arden!
Al declinar la más hermosa de las tierras
nosotros la incorporamos como un sueño.

Dónde están ley y orden? Dónde nos aparecen
del todo inteligibles la hoja, el árbol y la piedra?
Están presentes en el lenguaje hermoso,
en el puro ser...)


De "Invocación a la Osa Mayor"

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