24.3.17

Silvia Rodríguez Bravo. Árboles bajo la lluvia

Abandoné tribus, religiones, amantes.
Robé en el bar de la esquina
sorbos de vino de una copa ajena
y entré en el rumor de la noche
que venía cayendo en suspiros de niebla.

Desde entonces el universo
gira demasiado lejos.
Desde entonces la vida me deja
un frío lento zurcido al cuello,
soledades que nunca
perderán su sabor a niebla,
a humo de cigarro,
a humedad poética.

Desde entonces tengo la costumbre
de ovillarme en los espejos,
de caminar sin mirar el suelo,
de contemplar cómo la vida
se va transformando en recuerdo.

Y ahora,
mientras retiro diciembre del calendario,
pienso que
nunca busqué árboles bajo la lluvia.



De "Anatomía de un insomnio"
    

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