19.10.17

Edna St. Vincent Millay. Mujer-bruja

No es ella rosa ni pálida,
   y nunca será del todo mía;
sus manos descubrió en un cuento de hadas,
   y su boca con un enamorado.

Tiene más pelo del que necesita;
   ay de mí cuando reluce al sol!
Y su voz es una sarta de abalorios,
   o una escalera que condujera al mar.

Me ama tanto como le es posible
   y sus modos se rinden a los míos;
pero no fue hecha para hombre ninguno
   y nunca será del todo mía.




En "Un palacio en la arena"
    

2 comentarios:

El Graffo dijo...

Genial que lo hayas publicado, aunque cambiaría el "condujera" por conduce.
Aquí está ilustrado: https://hipertextual.com/juno/poemas-universales-ilustraciones

una chica de ojos marrones dijo...

El poema lo he copiado de la antología "Un palacio en la arena", publicada por la editorial Harpo libros. Traducción es de Andrés Catalán, y en general, cuando copio poemas en este blog, no cambio las palabras que los traductores eligen...
Gracias por el enlace a la versión ilustrada.