5.10.17

Mary McCarthy. Una vida encantada

John Sinnott se hizo un corte en la mano intentando abrir una ventana atascada en el cuarto de baño de la planta baja. Hacía un mes que estaban instalados en su casa recién comprada, y john andaba todavía atareado en pequeñas reparaciones. Antes de vivir ellos, la habían alquilado para el verano, y el inquilino había dejado una hilera de quemaduras de cigarrillo en la mesilla del baño de arriba, una gran mancha de grasa en la alfombra del comedor (donde había dejado caer una fuente de steaks), un vidrio de ventana roto, y en la blanca mesa de escritorio de Martha Sinnott una mancha de tinta diga, según decía ella, de Martín Lutero.


Principio de "Una vida encantada"
   

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