quizá como el día por casualidad
con pálida luz azul
y suave y tranquila respiración.
La escarcha llegó
tal vez por mor del cielo.
Los arbustos respiran blanco
con perlas de rocío heladas en su cabello.
Cielo y escarcha se encuentran
como cuando dos amantes
de repente se encuentran por los caminos
y tintinean cascabeles de plata.
Ya nadie sabe quién llegó primero.
[De tyve landskaper, 1980]
En la antología de "Poesía nórdica"
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