20.3.18

Anne Bradstreet. La autora a su libro

Fruto deforme de mi mente débil
que quedaste al nacer aquí a mi lado
y amigos inconscientes te raptaron
y a un público extranjero te expusieron;
corriste a trompicones a la imprenta
y a fe que allí aumentaron tus errores.
No fue escaso, a tu vuelta, mi sonrojo
cuando en letras de molde, descarriado,
oí que madre tuya me llamabas;
indigno de la luz te deseché,
tan molesto veía tu semblante;
mas siendo mío, acaso con cariño
pudiera corregir tus deficiencias:
te lavé el rostro y vi nuevos defectos,
y frotando un lunar hice una mancha.
Por ver de igualar tus pies, te estiré,
pero aún cojeas más de lo oportuno;
di en arreglarte con mejores galas
mas no hallé en casa sino basta estopa.
Así, andrajoso, corre donde el vulgo
y no caigas en manos de los críticos;
huye adonde no seas conocido.
Di que no tienes padre si preguntan,
y que tu madre, ay, es pobre, y que por eso
te tuvo que dejar solo en la calle.




En "Poe y otros cuervos. Primeros poetas norteamericanos"
    

No hay comentarios: